Nieto de una abuela que iba por actriz cuando estalló la guerra civil, hijo de un padre que iba por payaso hasta que descubrió el periodismo, Manel Rosés Moretó, viene de una familia de «casi artistas».
Inquieto por naturaleza, encuentra en el circo la forma de estar siempre en movimiento. Esto el puerta a formarse como acróbata en la escuela de circo Rogelio Rivel y en la universidad de circo y danza, de Estocolmo, DOCH. En la primera parte de su carrera profesional trabaja con el cuarteto de báscula coreana Balagans en diferentes circos y cabarés como el Cirque lleva Soleil o lo Circus Roncalli. Una fuerte lesión lo hace replantearse el oficio y mientras se recupera, decide formarse en otros campos de las artes escénicas. Hace un curso de dramaturgia a la Beckett y una vez recuperada, sigue formándose en movimiento, teatro y dramaturgia. En la segunda parte de su carrera participa en creaciones y espectáculos como inTarsi de la compañía EIA o Desdèmona de Alba Sarraute. El 2016 crea, junto con Nilas Kronlid, su primer espectáculo propio Gregarios.
Proyecto actual: ‘Alias mariano’
‘Alias Mariano’, habla sobre el hecho de quedarse, sobre otras vidas posibles y sobre vidas pasadas. Sobre los deseos, infinitos, y sobre nuestra existencia limitada.
En medio de la sala, una escala que no lleva en ninguna parte representa la tentación constante de salida por el hombre que lo habita. Debajo la escala, los objetos que lo arraigan en este espacio y de los cuales hay que gastarse para marchar. Cómo salir de este culo-de-saco? Cómo habitar un lugar que ya conoces?
Mientras intenta responder estas cuestiones, tendrá que aprender a moverse con habilidad y precisión en el espacio, cada vez más reducido, de bajo la escala. Tendrá que alargar hasta la extenuación la subida de veintidós esgraons. Y tendrá que repetir en loop movimientos cada vez más complejos. Retos de un hombre que busca redefinirse, cuestionándose aquello que ha esculpido su vida hasta ahora; su oficio. Un oficio del cual nos hablará en una mezcla de ironía, melancolía, chasco y ternura.
Firma foto: Marta Garcia Cardellach